El viernes fue un día como cualquier otro. Nada nuevo (eso creía).  Después del recorrido del día y los quehaceres del hogar, llego la hora de ir por mis hijos a la escuela, y es en ese momento que notas, momento algo anda mal. Ya sabes, uno conoce a sus hijos y en cuanto miras esa carita larga y de pocos amigos, sabes que algo sucedió y no es nada bueno.

Pues así, con esa cara larga llego una de mis hijas, Que te pasa? fue lo primero que pregunte. Ella; NADA ! Pum, así en frio me dijo... ósea, madre ahora no pregunte.

El caso es que no, la madre pregunta y pregunta hasta obtener la respuesta.

Llegando a casa, nos fuimos derecho a la recamara, y así en modo agente 007, haber, haber que es lo que pasa?

"Pues que la maestra me quito el examen, dice que estaba copiando y claro que no es cierto. Ella nos permitió utilizar calculadoras (en el celular) y compartirlo con los que no tuviesen, cuando nos estábamos pasando el celular un niño le paso una nota a la maestra diciendo que nos copiamos el examen por medio del cell. Y ella (maestra) sin preguntar nos quito el examen y nos puso un 0"

Lo primero que me viene a la cabeza es pensar; como se le ocurre a la maestra que mi hija va a copiar el examen, que piensa, que no es lo bastante inteligente o que?  La furia de madre comienza a subir como cafetera a punto de chiflar. En fin es viernes y no hay nada que hacer....

El domingo me suena el correo y es un mensaje de la maestra, ella dice: "Señora recibí una nota diciendo que su hija estaba copiando el examen, como no podía dejar eso pasar y en realidad no sabía si era cierto o no, para no arriesgarme, les quite el examen a los dos. Cabe mencionar que las pruebas si apuntan a que era verdad, pero repito, es solo por lo que yo puede ver (muy poco).

Huy, como quería que llegara el lunes, para poner a la maestra en su lugar, como se atreve a arruinar mi día y culpar a mi hija.

Bueno, para no hacer la historia más larga, después de todo ese rollo, de regañar a mi hija, echarle el sermón de 3 horas, sentirme como madre fracasada, de llegar a la escuela como león rugiente, de hablar con la maestra, aclarar las cosas y darnos cuenta que todo fue un mal entendido.

He recapacitado, Donde quedo la paciencia? Bendita conciencia, donde has estado, porque tardaste tanto en llegar.

Recuerdo cuando sacábamos mala calificación en la escuela, nuestros  padres nos jalaban la oreja por no haber hecho un mayor esfuerzo en aprender. Ahora cuando nuestros hijos sacan mala calificación, le jalamos la oreja al maestro por no haber hecho un mayor esfuerzo en comprender.

Donde quedo nuestra paciencia con los maestros, donde quedo la tolerancia hacías los demás ?

¿Oye, que nos me está pasando? No tenemos empatía por los demás, estamos tan ocupados en el yo yo, de la vida que pareciera que solo miramos por nosotros mismos, no somos capaces de ver más allá de las narices, y el problema es que nuestros hijos son nuestro reflejo. Que les estoy enseñando?.

Que difícil resulta ser un padre, que Dios me ayude a dar siempre un buen ejemplo a mis hijos.

Te ha pasado alguna vez? Te has sentido tan frustrada, que no te detienes a pensar antes de actuar?